El futuro de los coches eléctricos pasa por la inversión en electrolineras

Estación de recarga eléctrica Watt Station de General Electric
Ya hablamos a principios del mes de febrero de la subida importante en el precio del combustible, y cómo afrontarlo con sencillas medidas. A lo largo del mes, la actualidad internacional nos ha llevado a ver cómo los precios del combustible se incrementan cada día, sin saber exactamente a dónde nos llevara esta tendencia. Puede ser temporal, pero no sabemos el plazo para la vuelta a la normalidad.

La alternativa eléctrica es cada vez más realista, pero a los avances en la tecnología que permite crear modelos eléctricos de cada vez mayor autonomía y mejores prestaciones (sobre todo en el ámbito urbano, que es en dónde más se aprecian sus beneficios medioambientales y de ahorro energético) hay que sumar los avances en sistemas de recarga. Las popularmente conocidas como «electrolineras», los lugares de repostaje de electricidad que todavía están en fase embrionaria y poco extendidas, sobre todo por nuestro país. Es necesaria la inversión de las grandes compañías, y Estados Unidos y Alemania son ejemplos, a día de hoy, a seguir.

Compañías del calibre de General Electric o Siemens AG están involucrándose cada vez más con el desarrollo de soluciones de recarga prácticas y asequibles, de forma que junto a la población de pequeñas startup implicadas en sus propios desarrollos, genera un marco de competencia y avance tecnológico muy sano, que tiene que derivar en soluciones ciudadanas estándar y accesibles para el usuario urbano.

La empresa americana distribuirá pronto sus estaciones de servicio, llamadas WattStation, y esto hará dos cosas: primero proveer de puntos de recarga a millones de usuarios en Estados Unidos; segundo abaratar costes una vez empiece a crecer el número de eléctricos rodando; tercero disparar la competencia, que ya partirá de la base de ver algo en funcionamiento.

El futuro en Europa es similar. Los coches eléctricos llegarán un día a ser mayoría, y el incremento en los costes de los combustibles fósiles, así como su naturaleza perecedera nos hacen ver que una salida es la de potenciar esta tecnología, y por fortuna vemos que las grandes empresas están apostando con fuerza, como también vimos a Endesa no hace mucho aquí en Subaria. Y en buen momento.

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