Acelerador, freno, embrague


Hoy hablaré de un concepto que me parece tan interesante como poco debatido, y que gracias a Internet he recuperado y podemos debatirlo con ánimo aquí en Subaria. Se trata del uso de los pedales de nuestros coches. Eso que parece tan trivial y que en la autoescuela es casi lo primero que nos enseñan tras regular el asiento y espejos. Sin embargo, el accionamiento de los pedales, de todos, tiene su miga y sobre todo accionan mecanismos independientes dentro de «las tripas» de nuestro coche.

El acelerador nos permite dosificar la cantidad de carburante que entra en el motor, de modo que lo que hace es dosificar la potencia que finalmente trasladaremos a la transmisión y a las ruedas, que se la transmitirán al asfalto. Es el mando más intuitivo junto con el freno, pero no por eso se usa siempre bien. Es mejor ser siempre lo más «rácanos» posible con el acelerador para evitar tener que usar mucho el freno y el embrague. Evidentemente depende del contexto. Consumiremos menos de todo y el coche vivirá más.

El freno es el pedal que detiene al coche, por definición. Lo mantiene parado en las retenciones y contribuye a la seguridad vial de manera activa. Con el pedal de freno nos mantenemos con seguridad en la carretera, afrontamos las curvas a la velocidad adecuada y nos salvamos de alcanzar a otros vehículos en caso de emergencia. Combinado con el embrague y con el acelerador podemos potenciar sus funciones, y ahí es donde entra lo menos conocido.

Si combinamos el freno y el acelerador podemos potenciar la frenada, aunque lo hacemos siempre que frenamos con el pie derecho y sin pisar el pedal del embrague. ¿¡Cómo!? ¡Si! Al hacer eso estamos combinando el freno motor con el freno de servicio, el del pedal, y juntos ofrecen la frenada combinada más eficiente. Si pisamos el pedal de embrague a la vez que el de freno estamos desacoplando el motor de la transmisión y el efecto del freno motor desaparece.

Pero cuando nos detenemos debemos pisar a la vez el embrague y el freno, ¿cierto? Efectivamente, pero cuando nos detenemos, no es necesario mientras estamos en el proceso de detención. Combinar ambos frenos, el motor y el de servicio, nos permite gastar menos el circuito de frenado porque necesitamos hacer menos presión sobre las pastillas y los discos. A la hora de detener el coche por completo, si, hay que desacoplar el motor de la transmisión para que la falta de movimiento no «cale» el motor.

Y el pedal del embrague entonces, ¿es un pedal que se usa mucho en conducción normal? Para las transmisiones manuales si, claro, cada ve que cambiamos de marcha hacia arriba o hacia abajo (aunque es posible engranar velocidades en ambos sentidos sin necesidad de embrague, algo útil cuando nos quedamos sin él por algún motivo). También lo usamos en detenciones cortas como un stop o un ceda en el que debamos pararnos.

Lo que no debemos hacer es abusar de su uso. Es decir, en una detención de semáforo vale la pena engranar punto muerto y soltar el embrague para no desgastar los discos del embrague ni el cable de accionamiento ni el resto de componentes. No vamos a necesitar realizar salidas fulgurantes de Gran Premio y ganamos en durabilidad de las piezas. Esto es mejor que mantener la primera velocidad engranada y mantener el pedal pisado a fondo.

Como vemos, la simplicidad de los mandos del coche no significa que no existan peculiaridades en su uso cotidiano que podamos tener en cuenta para ahorrar en recambios, en combustible, y para que además combinemos las bondades del motor y el sistema de frenado para una conducción más segura y eficiente. ¿Te queda alguna duda? Plantéanosla en comentarios y lo vemos entre todos.

Foto | sergis blog

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Un comentario

    que funcion tiene la horquilla de embrague?

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