Top Gear prueba el Subaru BRZ en Japón


Efectivamente, en uno de los medios referentes en el mundo del motor en toda Europa (y posiblemente en todo el mundo), Top Gear, han podido probar el nuevo Subaru BRZ en la pista de pruebas de Subaru, dos horas al norte de Tokio. De todos es sabido que los componentes de Top Gear no tienen pelos en la lengua, por eso su análisis es tan valioso.

Es muy interesante porque comienzan una aproximación al coche hablando de las prestaciones y las características identificativas del Subaru BRZ: un coche hecho desde cero, con la colaboración de Toyota y Subaru, un coche con el centro de gravedad bajísimo y, sobre todo un deportivo muy manejable y que otorga confianza plena al conductor.

Como comentamos en otra ocasión, el interior está diseñado de tal manera que el asiento del conductor es el lugar perfecto para estar dentro del coche. Es decir, siendo el coupé con cuatro plazas más pequeño del mundo, el espacio para los pasajeros en la parte de atrás no es muy amplio. Pero es algo que todos sabemos.


La parte motor, qué decir. Los 200 CV pueden parecer lejos de otros superdeportivos, pero no todo en esta vida necesita de una gran caballería para proporcionar un enorme placer de conducción. Es más, tampoco estaba previsto mayor caballaje. Una parte fuerte y también interesante del motor Boxer (con un sonido precioso) es el par motor, con algo más de 200 Nm, que se presenta desde régimen medio (unas 3000 rpm) hasta el final del régimen, hasta las 7400 rpm.

Gracias al peso reducido (1220 kg), y a que el par comienza a darse a conocer a partir de medio régimen hasta su pico máximo entre las 6400 y las 6600 rpm, el Subaru BRZ se muestra como un deportivo 2+2 coupé muy divertido de conducir. Y llegamos a la parte más destacada por el equipo de Top Gear: su manejabilidad. Gracias al centro de gravedad, que ya comentamos es de los más bajos del mercado, a su poco peso y a la gran respuesta del acelerador y el motor Boxer, la capacidad de maniobra y la confianza que ofrece al conductor es excepcional.

Excitante en la parte alta del motor, con un sonido cautivador cerca del máximo régimen y sobre todo un deportivo altamente manejable, hasta en situaciones de falta de grip (lluvia intensa por ejemplo), entusiasta en sus reacciones, con un par motor que hará las delicias de los más puristas y un centro de gravedad tan bajo que no nos lo podremos creer. Y todo ello con ese motor Boxer y la inyección directa de Toyota, la tracción trasera y una respuesta del acelerador inmediata. Para pasarlo bien.

Vía | Top Gear

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