Subaru Impreza STi: la gran prueba – 3. Los reglajes

Los reglajes disponibles en el STi para ponerlo a nuestro gusto son muy numerosos, y no solo eso: muy fáciles de entender y modificar. Todo está al alcance del conductor, que desde su puesto de mando puede cambiar la respuesta del motor, la agresividad del control de estabilidad o de los autoblocantes.
Ordenador a bordo

Control de estabilidad
El primer reglaje disponible, es el del control de estabilidad (VDC). Este tiene tres modos de funcionamiento: Normal, Traction y Off. El primero y el último son como en todos los coches: activo y apagado respectivamente. El interesante es el “Traction” mode. En este modo de utilización, el control de estabilidad sigue activo, pero permite cierto margen de deslizamiento, de manera que garantiza seguridad pero deja juego a los conductores que quieren divertirse y derrapar ligeramente. Los responsables de Subaru nos pidieron que no lo desconectáramos. Muy pocos modelos cuentan con algo así, y entre los que sí lo poseen se cuenta el BMW M3.

Motor
Junto a la palanca de cambios, un girador nos permite escoger entre tres mapas diferentes de la electrónica: “Inteligente”, “Deportivo” o “Muy deportivo”. En el primero, el ordenador intenta traducir en suavidad y ahorro de combustible las órdenes que el pie derecho del conductor manda al motor. Es el ideal para ir al trabajo todos los días. El segundo, el deportivo, garantiza una respuesta lineal con esas mismas órdenes, mientras que el “Muy deportivo” (Sport Sharp), a cambio de más brusquedad o consumo entrega la respuesta más agresiva y veloz ante las peticiones del conductor. Es perfecto para exprimir el coche en una carretera virada, o para conducir en un circuito como este. Además, según la opción que escojamos, la luz del cuentavueltas que nos indica cuando cambiar de marcha varía su momento de aparición: ayuda a consumir menos o a correr más según nuestra selección.
reglajes motor

Diferenciales
La tercera opción a nuestra disposición está relacionada con el sistema de tracción total. El Impreza STi tiene nada menos que tres diferenciales, todos ellos autoblocantes: central, delantero y trasero.
Diferencial

El central es simplemente brillante: mecánico con accionamiento electromagnético, y tan compacto que es el más pequeño del mundo. Mientras, el delantero es helicoidal, y el trasero, Torsen, de nuevo mecánicos. Pulsando un botón podemos adaptar su comportamiento a la superficie por la que rodamos, haciéndolos más o menos agresivos. También es posible dejarlo en automático para que sea el coche el encargado de pensar por nosotros. Con toda esta artillería, el par es repartido a partes iguales entre los dos ejes, pudiendo variar hasta 41:59, y con que solamente una de las ruedas tenga tracción, el coche avanzará.
diferencial central

La gran prueba: Subaru Impreza STi
Más elegante, más rápido
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