Qué se hace con un Forester. 1. Un poco de historia

Tener la posibilidad de dejar el asfalto e internarse por caminos de tierra amplia enormemente las posibilidades de uso de un vehículo, y con ellas, nuestras opciones de ocio. Y esa es una de las claves del Forester: te permite ir a la oficina todos los días, y después meter a tus perros de caza en el maletero e irte de montería el fin de semana. O la tabla de surf y enfilar hacia Tarifa… o a la familia e irte a la sierra, ya sea la del Caurel en Lugo o a la de Madrid en El Escorial. La nueva generación ha cambiado mucho, pero mantiene a rajatabla esta filosofía.

Bueno, súbete conmigo, que nos vamos a dar una vuelta en uno de los flamantes Subaru Forester 2009.
Subaru Forester 2009
Ahí lo tenemos.

Salvo el de ex novios de nuestra pareja, nos gusta que las cosas que nos rodean tengan un buen historial, y conocerlo.
Y lo primero que se le pasa por la cabeza a uno cuando va con las llaves en la mano camino del primer contacto con el Forester, es que este coche fue un pionero: cuando comenzaba a gestarse la llegada masiva de los SUV, o sea, los todoterreno de carretera, el Forester decidió plantarse en el mercado allá por 1997 con las proporciones de un modelo familiar y la altura suficiente, además de la tracción total y otra serie de características, que le permitían ser amo y señor tanto del asfalto como de los caminos de tierra.
Subaru Forester 1997
Su gran ventaja sobre la competencia es que era capaz de hacer las dos cosas bien, pues de aquella los 4×4 eran torpes en carretera y los turismos no podían salir de ella.
Desde entonces, infinidad de coches le han copiado, desde el Audi Allroad hasta el Skoda Octavia Scout, pasando por todos los competidores que, mucho menos preparados, tratan de emular a estos vehículos con solo un poco más de altura al suelo y algunas protecciones plásticas.

Bueno, la tercera entrega de esta saga está esperando por nosotros.

Subaru Forester 2002.
Subaru Forester 2002

Etiquetas