¿Qué podemos esperar del nuevo Plan PIVE 6?


El Plan PIVE es un veterano, entre comillas, de los planes de renovación del parque automovilístico en España. Se trata de un programa de ayudas a la compra de coches nuevos de los que se puede beneficiar cualquier propietario de un vehículo «viejo», de más de 10 años (o de más de 7 si hablamos de vehículos comerciales). Según estas ayudas, cuando uno entrega una «chatarra» con todos los papeles en regla, la compra de un nuevo vehículo (siempre dentro de los supuestos del plan) se ve bonificada con un descuento que se paga a partes iguales, normalmente, entre el concesionario y el Estado.

Es un plan que pretende incentivar las compras, y lo hace; demostrado a la vista de la duración de los fondos de cada fase del Plan PIVE. Ahora, tras el anuncio del presidente del Gobierno de que «habrá un nuevo PIVE«, nos preguntamos qué podemos esperar del plan, y si éste sirve realmente para renovar las flotas. No hay que olvidar los motivos de este tipo de ayudas públicas, que no es otro que combatir el envejecimiento del parque para, entre otras cosas, reducir las emisiones de gases contaminantes (muy reducidas en los coches de hoy en comparación con diez, veinte, treinta años atrás) y ahorrar millones de litros de carburante al año.

Un efecto colateral del éxito del Plan PIVE debe ser aumentar la seguridad media de los coches en España, pues con las nuevas generaciones llegan también las ayudas electrónicas, las asistencias a la conducción, las mejoras en seguridad pasiva… Digo debe porque no siempre «entran» todos esos extras de asistencia en las condiciones del plan PIVE, pero al menos nos aseguramos que se eliminan los peligros rodantes que todavía se encuentra uno en el camino.

Este plan PIVE es, como dijimos antes, un plan por fases que en el pasado tenía otro nombre y otra forma, como el Plan 2000E, pero que en resumidas cuentas significaba, para el comprador, un descuento suculento a la hora de cambiar de coche.

Lo malo es cuando se entera uno de que existen organizaciones dedicadas a aprovecharse de un resquicio legal del Plan PIVE, que son capaces de dar gato por liebre con chatarra de por medio, conseguir la subvención, reutilizar la chatarra para volver a estafar, y sacar beneficios. O el no más aceptable hecho de que haya particulares que entreguen un coche que es suyo «desde ayer» para acceder a la subvención (y por tanto, hay quien hace negocios en los anuncios de segunda mano con coches «exclusivos para el PIVE»).

En resumidas cuentas, y esperando ya saber qué coches Subaru se van a acoger al probable nuevo Plan PIVE 6 (aquí tenéis los modelos adscritos al PIVE 5), el plan ayuda a erradicar de las carreteras coches vetustos, contaminantes, ruidosos, que gastan demasiado combustible y que hoy no pasarían ningún test de seguridad que se precie. Por tanto, incentivar la compra de coche nuevo está bien, pero quizás habría que revisar la norma para que nadie cuele «un gazapo».

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