El Impreza en tierras cántabras

Subaru escogió Santander y sus reviradas carreteras para la presentación nacional del nuevo Impreza, a la que no falté.
Además de los modelos 1.5 y 2.0, pude tomar contacto brevemente ¡con la versión WRX!, que dejo para el siguiente post.
Así que agárrate que vienen curvas.

Subaru Impreza, a la puerta del hotel

Durante una semana entera, periodistas de toda España acudieron a la cita, recogiendo los coches en el Aeropuerto de Parayas para dirigirse a Bárcena Mayor, un enclave realmente atractivo y con mucho sabor antiguo. Desde ahí, vuelta a Santander para terminar la prueba.

La verdad es que el contexto es perfecto para estos coches. La lluvia, las abundantes zonas llenas de curvas, los baches… los Impreza, modelos básicos incluidos, funcionan especialmente bien aquí: son altamente eficaces y divertidos manteniendo mucho confort. Hay coches similares más deportivos –pocos–, entre ellos la mayoría sólo brillan de verdad en zonas de asfalto perfecto, y siempre a costa de ser más incómodos que los Subaru. Además, la tracción total es clave a la hora de mejorar el paso por curva o la seguridad, y también la capacidad de tracción, aunque con los 1.5 (107 CV) y 2.0 (150 CV) no haya muchos problemas en este sentido. De forma que, sin duda, son una excelente elección para los que disfruten de las curvas.

El chasis es ahora más noble que antes, pero también más eficaz. Ambas cosas. Para ello, como apuntaba en la toma de contacto en Praga, se ha cambiado el eje trasero, ahora menos vivo, y se ha modificado la geometría del delantero.

La guinda la ponen las reductoras, que exprimí a fondo: parece increíble que tantos todoterrenos tengan que pararse para usarlas, y hacerlo de forma limitada, cuando en el Impreza se engranan en marcha y se usan sin ningún tipo de problemas. Para usar remolque… o para tener los reglajes perfectos para una carretera de montaña. Alucinante.

Subaru Impreza, Santander

Más polivalentes
La nueva figura externa está más acorde con el aspecto de toda su competencia –desde el futuro Volkswagen Golf VI al Ford Focus, o incluso el Audi A3, como nos dicen los responsables de Subaru–, ya que ningún coche de esta categoría tiene ventas importantes de las versiones de tres volúmenes, de las que muchos directamente carecen o se venden sólo en mercados emergentes.

La mayor batalla del nuevo Impreza ha dado como resultado más espacio para los pasajeros, y se nota también la mejora en la insonorización y las vibraciones.
El salpicadero tiene mucha calidad, aunque, eso sí, le faltan los materiales de tacto suave de casi todos los coches citados.

El próximo post va dedicado en exclusiva al WRX, prometido.

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6 comentarios

    JoseM :

    Hola Rafael, recien estoy conociendo este blog. La verdad que me encata, sigue así, porque pocos hablan tanto del impreza como tu. jeje esta muy chevere, así que ya sabes, todos los días algo sobre el impreza por favor.

    VivaAWD :

    Rafa, me gustaría que explicaras el funcionamiento y para qué se puede usar la reductora de los Subaru. Tengo un Forester 2.0 con reductora, la pongo cuando voy al campo pero no sé exactamente para qué sirve.

    Rafa Cid :

    Lo que hacen las reductoras es lograr que la fuerza del motor llegue antes que si utilizamos marchas convencionales. Así que se usan cuando necesitamos eso precisamente, potencia rápida y jugosa.

    En carretera virada, en un puerto de montaña, un coche normal no pasa de cuarta cuando exprimimos su motor, y muchos incluso de tercera. Así que de marcha a marcha hay un espacio muy grande, en el que la aguja sube por el cuentavueltas esperando encontrar la zona de más potencia. Si tenemos reductoras y jugamos con 5 marchas cortas en vez de solo 3 de las 5 largas (2 son inútiles), es más fácil llevar el motor a la zona de máximo aprovechamiento.

    En carretera recta, el beneficio lo encontramos a plena carga y subiendo. En tal momento, ocurre lo mismo: necesitamos potencia para subir ligeros (no para conducir deportivamente), y por ello las reductoras ayudan de lo lindo.

    En campo a través, las reductoras nos sacan fácilmente de atolladeros, pues con un pisotón al pedal la potencia llega rápidamente. Si rodamos con marchas largas, podemos quedarnos parados más fácilmente en lugares de los que sin inercia es difícil salir.

    Las reductoras son especialmente recomendables cuando el motor tiene pocos bajos, es decir, poca fuerza a bajas revoluciones.

    Como pegas, hacen que el consumo suba, nos llevan la mano a la palanca de cambios cada dos por tres y menguan la velocidad máxima del vehículo.

    Espero haberte ayudado.
    Un saludo,
    Rafa

    Jesus con jota :

    Rafa mucho estimaré me respondas las siguientes dudas, pues me compré un Impresa 2008 1.5 hace unos días y se siente de maravilla.

    Si bien usas la baja cuando necesitas fuerza, lo que me gustaría saber es si puedes usarla por un tiempo largo.

    Me explico: La próxima semana voy a viajar 500 kilómetros en carretera asfaltada repartidos en 250 planos (al nivel del mar) y 250 en sierra con buenas subidas y bajadas.

    a. Para la sierra: ¿Puedo o debo usar la baja para recorrer los 250 kilómetros?.
    b. Habrá alguna diferencia en velocidad si recorro los 250 kilñometros de la sierra solo en alta dado que la carretera es buena y asfaltada.
    b. Habrá diferencia en cuanto al consumo de combustible?

    Saludos y gracias por tu atención

    Rafa Cid :

    Que tal Jesús:

    Dado que por lo que cuentas no vas a plena carga o con remolque, el uso que vas a dar a las reductoras es para divertirte, o sea, para que tu coche responda mejor en esas zonas de montaña que dices. Efectivamente, en la zona más llana no tienen mucho sentido en estas circunstancias.

    La caja de cambios aguanta sin problemas los 250 kilómetros de curvas, pero esto te subiría bastante el consumo, y terminarías muy cansado de tanto cambiar marchas.

    Así que, en mi opinión, deberías utilizar normalmente las marchas convencionales en todo el trayecto, incluso en la zona montañosa, y poner las reductoras en esos tramos especialmente revirados de esta última zona en los que vas a difrutar de la conducción como un piloto. Cuando empieces a rodar con las reductoras, verás como el coche te parece de carreras, y disfrutarás de lo lindo. La aguja escala el cuentavueltas como un cohete, hay menos caída de revoluciones al cambiar, y te parecerá que tienes más potencia. Fabuloso. En cuanto te canses, basta volver a la relajación de las marchas largas, los bajos consumos y el confort del Impreza. Tu propio cuerpo te pedirá más o menos conducción deportiva, no te preocupes, pero lo que no me cabe duda es que conducir deportivamente 250 km. es mucha tela.

    En general, estas circunstancias favorecen el uso de las reductoras:
    -Mucha carga
    -Pendientes
    -Zonas de curvas
    -Conducción deportiva
    -Búsqueda de diversión

    Y estas, las desaconsejan:
    -Poca carga
    -Bajadas
    -Zonas rectas
    -Conducción relajada
    -Busqueda de ahorro de combustible

    Un saludo,
    Rafa

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