El titular me deja frío. De todas las condenas judiciales que se tramitaron en 2010, poco menos de la mitad se refieren a delitos contra la Seguridad Vial. Efectivamente, delitos contra la seguridad vial penados con multa y prisión se quedan por delante de otros delitos como los delitos con lesiones y los robos. ¿No os parece preocupante?
No es más por la cantidad de delitos contra la seguridad vial que se condenan (imaginad los que se cometen) sino porque de los delitos condenados me temo que no podremos pescar «reconvertidos». Es decir que a mi lo que me preocupa más es que de los condenados y que hayan cumplido las condenas salgan casos de reeducación total, que quien haya cometido un delito contra la seguridad vial sea capaz no solo de no volver a cometerlo, sino de enseñar a otros.
¿De qué sirve castigar si no hay posibilidad de reconversión? Casi es más perjudicial, diría, consume más recursos de la sociedad y no evita que cambien los comportamiento antisociales y que van en contra de los demás conductores y pasajeros de cualquier vehículo de la vía.
Aquí tenéis las estadísticas en materia de delitos, de donde podemos sacar conclusiones del tipo de individuos que cometen infracciones de tráfico muy graves:
- Nueve de cada 10 condenados fueron varones. El 72,1% eran españoles.
- El 83,3% de los condenados en 2010 lo fueron por un sólo delito.
- Los delitos contra la seguridad vial supusieron el 44,4% del total de delitos inscritos. Las penas más frecuentes fueron las de multa y prisión.
¿Cuál creéis que sería la solución al problema?
Vía | INE
Foto | Pablo Herrero
