Cómo limpiar el coche por dentro tú mismo

Limpiar el coche es fundamental, porque se verá siempre cuidado y como nuevo y, porque mantenerlo limpio previene problemas de pintura y corrosión. Además, la limpieza del coche influye positivamente en la seguridad vial, por ejemplo al mejorar la visibilidad, y, al no tener hojas o cualquier desperdicio obstruyendo algún filtro, no contribuimos a acelerar la corrosión de la carrocería.

La mejor forma de lavar un coche es haciéndolo a mano o bien a través del túnel de lavado; lo que no es recomendable es la manguera a presión. Para el lavado del interior, acudir a un centro especializado y dejarlo en manos profesionales es garantía de éxito y de limpieza. Pero, ¿y si queremos emplear una mañana de domingo en limpiar el interior del coche? Aquí te damos las claves.

El primer paso es limpiar a conciencia toda la tapicería, las alfombrillas, la bandeja portaobjetos y todos los huecos que encontremos en el «suelo» del coche. Lo haremos por orden para no manchar zonas limpias, así que lo primero que vamos a hacer es limpiar la bandeja portaobjetos y extraer todas las alfombrillas y sacudirlas bien, para que todos los restos, posibles migas, tierra y polvo se desprendan. Posteriormente las aspiraremos a conciencia, y si fuese necesario, las podemos lavar. Eso sí, lo haremos con un producto específico y dejaremos que se sequen completamente antes de volver a instalarlas en el coche.

Con las alfombrillas fuera, pasaremos revista a los asientos, y sobre todo, a las juntas y pliegues. Para ello plegaremos los asientos que permitan hacerlo y revisaremos, aspirador en mano, todos los huecos, recovecos así como la superficie entera. En algunos lavaderos disponen de máquinas de presión para lavar el interior y succionar los restos más pequeños. Vale la pena alquilarla.

El otro punto clave para la limpieza del interior son las ventanillas y el parabrisas. Esto es muy sencillo de entender, pero es difícil conseguir un resultado impecable ya que pueden quedar restos de producto en el interior o podemos secar mal toda la superficie transparente. Un truco bastante sencillo para saber que hemos limpiado bien por dentro es que estén impecables por fuera. Así, desde dentro, sabremos que cuando el cristal esté 100% transparente y libre de manchas, estará bien limpio.

Para empezar, utilizaremos agua jabonosa para ablandar y limpiar la mayoría de la suciedad y la grasa acumulada. Una vez limpios, los secamos, lo mejor es utilizar papel de periódico para que absorba toda la humedad. A continuación, llega el turno del limpiacristales, que aplicaremos y secaremos con una gamuza de microfibra.

Con esto lograremos tener el coche impecable por dentro, sin tener que gastar más que en unos pocos materiales que reutilizaremos cada vez que queramos limpiarlo de nuevo. Además, es una buena forma de pasar un par de horas la mañana del domingo, ¿no?

Foto | Rich Moffitt

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Un comentario

    Efectivamente, la mejor forma de llevar a cabo un buen mantenimiento del automóvil y que nos dure más es limpiar el coche. Las hojas y el polen de la primavera, por ejemplo, pueden meterse por dentro del capó y provocar daños a la larga.

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