Cómo evitar el ángulo muerto de los demás coches

El ángulo muerto es un problema para el conductor, que no ve lo que se sitúa justo en ese punto que no es capaz de enfocar los espejos, y también para la persona que coloca su vehículo en la franja «ciega» del primer conductor. Si este segundo individuo viaja en moto, o en bicicleta, lo que estará haciendo es correr un gran riesgo, simplemente por no tener la suficiente precaución como para evitar el ángulo muerto del otro a toda costa.

Para eliminar este riesgo simplemente hay que saber dónde no debemos colocarnos si circulamos en las inmediaciones de otro coche, o de un autobús o camión de gran tamaño. Todos los vehículos tienen ángulo muerto, incluso las motos y, por supuesto, las bicis (que no llevan retrovisor). Es crucial saber esto para no cometer el error de introducirse en la zona en la que no nos van a ver seguro, pues una maniobra imprevista por parte del conductor puede sorprendernos (porque ¡no nos ve!).

Hazte una idea de la zona ciega que tiene el conductor que te precede

La cuestión es simple: hay zonas detrás de un vehículo en las que, físicamente, el conductor no te puede ver. Hoy en día existen los avisadores de ángulo muerto, muchos Subaru los equipan, pero recordemos que el problema es que tú te vas a meter en una zona que sabes que no se ve desde los espejos del otro, y tampoco sabes (ni tienes tiempo de hacer cábalas) si el otro conductor dispone de avisador.

Veamos estos gráficos (además del de portada, que ayuda mucho):

Si vamos a adelantar a un coche, debemos saber que no nos van a ver si nos quedamos en la zona gris del gráfico. Esto quiere decir que, o adelantas, o te quedas detrás, pero nada de quedarse a la par. Y si adelantas, que sea rápido.

En el caso de circular tras un camión, la cosa es muy sencilla: las zonas amarillentas son zonas en las que su conductor no puede verte (ojo, por delante del camión, obviamente sí que te va a ver, se trata de un pequeño error en el gráfico). Conclusión: no te quedes ahí. Mención especial para los «cazadores de rebufo», que se mantienen pegados a la parte trasera de la caja para «beneficiarse» de ese fenómeno. Mención «honorífica» para los que, además, van en bicicleta o moto. Es peligrosísimo.

Evitar el ángulo muerto es sencillo si conocemos dónde está para los demás coches. Y para nosotros, es conveniente estar totalmente seguros de que no hay nadie en ese lugar de nuestro propio coche antes de comenzar una maniobra. Por eso es importantísimo señalizar primero el cambio de carril, asegurarnos de que no hay obstáculos, y empezar la maniobra, y no hacer el clásico «empiezo el cambio, de paso pongo el intermitente y ya eso me da la prioridad», cosa que es totalmente falsa.

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