Ciudades a 30 km/h para conciliar coches, bicis y peatones

Uno de los temas más recurrentes en cada revisión de la ley de Tráfico es si reducir la velocidad, de forma general, en las ciudades o no. Es decir, ¿qué hacer con las grandes travesías en las que se circula siempre a más de los reglamentarios 50 km/h? ¿Qué hacer con las zonas más peatonales, las zonas que lindan con los colegios y demás? Entre las propuestas que siempre suenan está reducir la velocidad en el casco urbano hasta los 30 km/h.

¿Es eso suficiente? ¿Es lógico imponer «decretazo» y que aquí paz, y después gloria? La única razón válida para diseñar límites de velocidad diferentes es que haya conciliación entre coches, peatones y bicicletas, algo que a todas luces no está pasando en la mayoría de las ciudades. Ciudades a 30 km/h no nos parece la solución, pero sí ciertas zonas de velocidad controlada y por supuesto, baja, donde estén en igualdad los tres actores principales del tráfico urbano.

Ventajas de mantener velocidades bajas en ciudad

Las ventajas son evidentes: en caso de colisión, las consecuencias del impacto son mucho menores. Es más, a 30 km/h buena parte de los golpes se materializarán en apenas unas magulladuras o en lesiones leves. Hay que añadir que, en realidad, no circulamos siempre a 50 km/h, sino que lo hacemos más o menos rápido dependiendo de lo que nos encontremos en la calle: camiones en descarga en calles de un carril por sentido, calles de adoquín donde circular a más de 20 km/h es incómodo, semáforos que nos cortan las alas…

A la vez, los ciclistas se encontrarán con un tráfico más amigable y no con un tráfico que solo los adelanta, y que además los adelanta bastante cerca. En ocasiones puede llegarse a destino más rápido en bici que en coche si la velocidad máxima permitida es suficientemente baja. ¿Es esto renegar del coche? ¿Estamos pidiendo que exilien a los coches de los centros urbanos? No, solo estamos pensando en una ciudad más sostenible, más amigable para todos y con menos ruidos, y menos riesgos de lesiones graves por atropello.

La realidad es que tu velocidad media en ciudad es asombrosamente más baja de los 50 km/h a menos que seas de los que corre de forma ilegal, o que te saltes semáforos. Eso asumimos que no es así, pero puedes calcular fácilmente tu velocidad media en ciudad sin más que anotar el tiempo del trayecto que realizas, y los kilómetros exactos. No vale salir a la autovía o a la M-40, simplemente sal, haz tu recorrido 100% urbano y echa un vistazo a la media que te sale. Te sorprenderá, y no verás tan agobiante que planteen bajar la velocidad máxima a 30 km/h. Y los peatones y ciclistas lo agradecerán (y agradeceremos).

Foto | Sharese Ann Frederick

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