Consejos de seguridad: revisa las luces

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Las luces del coche son uno de esos elementos que tendemos a dar por supuestos y a los que no solemos prestar demasiada atención a menos que de pronto alguna deje de funcionar. Pero su importancia es clave, y para que funcionen realmente bien un correcto mantenimiento es también importante: a 90 km/h, se recorren 25 metros por segundo. Si las luces no funcionan bien y se pierde medio segundo en descubrir un obstáculo, se habrán recorrido 10 metros más. Esa diferencia puede resultar a veces fatal.

Para evitar llevarnos sustos de este tipo, lo mejor es revisar de forma regular las luces. Te damos algunos consejos de mantenimiento:

  • El más lógico: comprueba de forma periódica que todas funcionan bien (faros, posición, intermitentes y frenos), ya que al margen de los faros, podrían haberse fundido sin que lo hayamos notado.
  • Cambia las lámparas de forma regular, cada dos años o 50.000 kilómetros (o el tiempo que recomiende el fabricante), aunque funcionen perfectamente. El cambio debe realizarse siempre por parejas.
  • Utiliza siempre lámparas originales. Todos lo sabemos, pero no viene mal recordarlo: lo barato muchas veces sale caro. Las luces no originales suelen tener menor vida útil, menor potencia lumínica, o simplemente no estar preparadas de forma específica para el vehículo en cuestión.
  • No mezcles: si tus faros son de lámparas halógenas, no le pongas lámparas de xenón. Estas últimas necesitan un tipo de faro específico para ellas.
  • Comprueba que estén bien regladas: un reglaje bajo te hará perder visibilidad y un reglaje alto deslumbrará a los otros coches. Ten en cuenta además que el reglaje no solo cambia por golpes: el mal funcionamiento de los amortiguadores o simplemente llevar el coche muy cargado hará necesario regular las luces.
  • Mantén la pantalla protectora limpia y en buen estado: si el faro está sucio, la distancia de alumbrado y la distancia desde la que serás visto por otros conductores o peatones se reducirá. Tan solo tienes que pasarles un trapo húmedo de vez en cuando, y la diferencia será notable.

Si tienes problemas más serios, o para las cuestiones más técnicas (o si simplemente no te atreves a tocar demasiado), lo mejor es que acudas a algún taller oficial Subaru. Ellos resolverán todas tus dudas y dejarán tus luces en perfectísimo estado.

Vía | Consumer
Foto | Luciano Meirelles

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