El colmo del motor alternativo: alimentado por anillas de refresco


La creciente escalada del precio del petróleo, junto con las perspectivas de que seguirá subiendo su precio en los años que le restan por alimentar nuestros motores convencionales hacen que la imaginación pase a un primer plano en cuanto a la innovación en motores. En este caso no hablamos de un motor de tamaño real, sino del minúsculo motor de un coche teledirigido que es propulsado a partir de la energía obtenida por las anillas de las latas de refresco. Pero lo que contamos da pie a pensar que no está todo dicho en cuanto a alternativas a los combustibles fósiles, sino todo lo contrario.

Hacemos recuento de las tecnologías investigadas para proporcionar alternativas a los combustibles derivados del petróleo y vemos que necesitamos varios cientos de párrafos para describirlas todas. Y esta que os comentamos hoy es, sin duda, la más simpática y extrema de todas las formas de conseguir energía de propulsión a partir de algo aparentemente… desechable.

Lo primero que notamos es que el coche tiene un nombre muy singular: dAlH2Orean. ¿Os suena? Claro, al mítico Delorean de Regreso al Futuro. Pero eso sí, entre las letras del nombre están parte de los «ingredientes» con los que se llega a obtener la energía necesaria para mover el motor.

La clave está en introducir aluminio en una solución de agua y sosa. No tienen por qué ser simplemente anillas de refresco, puede ser cualquier compuesto con una proporción alta de aluminio. La pila de combustible es alimentada entonces a partir de la reacción del comentado Aluminio y la sosa, pues a resultas de la reacción química se desprende hidrógeno, que es utilizado para la batería. Esto explicado a grandes rasgos.

El sistema es 100% limpio y no produce CO2, y los «residuos» que genera son todos reutilizables: el hidróxido de aluminio puede convertirse en alúmina calcinándolo, y la de la alúmina se obtiene aluminio más puro que el utilizado inicialmente. En un filtro que se utiliza para eliminar restos de hidróxidos, lo que se obtiene es agua y sal común. Todo ventajas, salvo (de momento) a la hora de extrapolar este ingenio al gran consumo de motores para automóviles.

Pero no cabe duda de que las posibilidades de propulsión alternativa son ingentes, y así lo han demostrado los inventores de este maravilloso producto tecnológico.

Vía | Motorpasión Futuro
Más información | dalh20rean

Etiquetas

Mostrar comentarios

Un comentario

    ¡Muy ingenioso! Ya tenemos tema para desayunarnos mañana en la redacción. Me encanta eso de que el nombre esté inspirado en un producto de ficción.

Comments are closed.