Los primeros radares ecológicos funcionan ya en Cataluña

Era solo cuestión de tiempo que este tipo de radares empezasen a utilizarse, y seguro que dentro de no mucho se convierten en lo más habitual en nuestras carreteras. ¿Por qué? Porque funcionan con energías renovables, tanto con el sol como con el viento a los que están expuestos de forma continua.

De momento los dos primeros radares de este tipo están siendo probados desde hace mes y medio por el Servei Català de Trànsit (el organismo que ejerce las competencias de la DGT en Cataluña) en L’Arboç y Biosca, por lo que todavía no multan. Pero dentro de dos meses, si todo va bien, estarán ya funcionando como cualquier otro radar.

Estos radares ecológicos tienen dos ventajas básicas con respecto a los radares tradicionales. En primer lugar, la ventaja más evidente: se podrá ahorrar en la factura eléctrica. En segundo lugar, la menos obvia: pueden situarse en los lugares más remotos, donde hasta ahora era técnicamente imposible y que en muchos casos coinciden con puntos negros de las carreteras.

De momento el SCT parece ser el único que apuesta por este tipo de radares, y planea instalar cinco de ellos ya durante este año, llegando hasta 30 en durante los próximos dos años. La DGT, por su parte, no ha expresado su interés por este tipo de radares, aunque no sería de extrañar que si la experiencia catalana sale bien se acabaran por adoptar también en el resto de España.

Vía | Motorpasión

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